jueves, 14 de junio de 2007

Mi nombre, tu voz


Quisiera encerrar el tiempo entre mis manos,
y no soltarlo para no perderte,
para convertirme en el dueño de tu cuerpo
y esclavo de tu mente.

Dormir en tus brazos y despertar en tu mirada,
como un secreto perdido en la profundidad de tu alma;
colores, vida, sabor, recordar contigo todo aquello
que el corazón olvidó.

Encontrar el calor de tus labios
en el insomnio de la noche fría,
ayúdame a cambiar los suspiros
por un poco de aire, por un pulmón con vida.

Quisiera escuchar mi nombre
pronunciado por tu voz,
en un tranquilo susurro,
con un enamorado murmullo,
de la manera que tú lo quieras hacer,
pero te suplico, dílo, aunque sea sólo una vez.

Carlos Abraham Navarro.

Y aún así no lo sabes...

Ese alegre mirar que te acompaña,
y esa sonrisa, bella sonrisa
que añoro ver cada mañana,
son el verso que se refleja en mi poesía,
es un suspiro que guardo en el alma,
y aún así no lo sabes...

Pequeña, tu vida es mi camino
de ahora en adelante,
aún cuando de mi vista
te encuentres lejana
el corazón te encuentra,
en el más bello recuerdo
y en la más paciente espera.

Vives cada noche en mi almohada,
en el insomnio de un hombre enamorado,
en el pensar de un soñador,
que sin tener más que ofrecerte
te ofrece el corazón,
y aún así no lo sabes...

Te quiero tanto que te amo,
que sólo para amarte viviría,
pero creo que eso, tú no lo sabías.

Carlos Abraham Navarro.