Despierto con el amanecer,
y sólo pienso en tí,
sólo se dibuja en mi mente tu recuerdo
cuando impaciente espero el momento
de verte sonreír.
No consigo quitar de tí la mirada
que a gritos pide y clama,
que en silencio vive atada,
a la imagen de tu cuerpo
y a la gloria de este sueño.
Comienzo a planear el día,
y sólo pienso en tí,
sólo quiero compartir tu tiempo
imaginando algo perfecto,
tu vida en mi camino, y vivir.
Trato de conciliar el sueño,
y sólo pienso en tí,
cuando la almohada en un murmullo
pronuncia tu nombre,
y yo me pregunto dónde,
dónde estará el sentimiento tuyo
que de mí se esconde.
Ya te extraña mi sentir,
porque sé que al terminar este poema
seguiré pensando en tí.
Carlos Abraham Navarro.
y sólo pienso en tí,
sólo se dibuja en mi mente tu recuerdo
cuando impaciente espero el momento
de verte sonreír.
No consigo quitar de tí la mirada
que a gritos pide y clama,
que en silencio vive atada,
a la imagen de tu cuerpo
y a la gloria de este sueño.
Comienzo a planear el día,
y sólo pienso en tí,
sólo quiero compartir tu tiempo
imaginando algo perfecto,
tu vida en mi camino, y vivir.
Trato de conciliar el sueño,
y sólo pienso en tí,
cuando la almohada en un murmullo
pronuncia tu nombre,
y yo me pregunto dónde,
dónde estará el sentimiento tuyo
que de mí se esconde.
Ya te extraña mi sentir,
porque sé que al terminar este poema
seguiré pensando en tí.
Carlos Abraham Navarro.
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